31 enero 2008

Bilbo


Vida de perros.
Pero seguro que para muchos de ellos, mejor que la nuestra.
Aquí estoy en el trabajo, lidiando toros y bailando con la más fea (coletilla sexista donde las haya, si). Acabando aprisa y mal lo que con tiempo suficiente hubiera quedado bien, de no ser por los de siempre: los que toman las decisiones -deprisa, mal, a deshoras...
Y claro, el resultado se resiente.
Y no dejo de preguntarme cuanto de todo lo que está saliendo mal, se debe a factores externos y cuanto a internos. Porque sí, parte de la culpa recae sin duda sobre mí, y lo reconozco.
Pero solo aquí.

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